Museo Judío de Berlín

Esta situado en Alemania y forma parte del Museo de Berlín.
Fue diseñado por el arquitecto polaco Daniel Libeskind (nacido en 1946) tras ganar el concurso de diseño. Este edificio fue el que le impulsó a la fama, y le permitió formar parte de otros proyectos como La Torre de la Libertad, un concurso para diseñar la "zona 0" ocupada anterior mente por las Torres Gemelas.


Cuando comenzó el documental y vi el edificio me quede impactada porque era completamente distinto a los anteriores vistos. No tiene una función estética como los edificios de Frank Ghery ni funcional como por ejemplo el Jhonson, sino una finalidad emocional.

Visto desde fuera no encaja muy bien con el resto de construcciones, pero tampoco el Holocausto (lo que pretende representar) tenía que haber formado parte de la historia de esa ciudad.





Para hablar de este edificio me gustaría divirlo en varias secciones y explicar que significaron para mi cada una.
Para empezar quiero hablar de la vista en planta, es decir: desde arriba.
Tiene forma de rayo, lo que representa muy bien el tormento que debieron pasar los judios.

Creo que lo que le hace tan especial  a este museo es su capacidad para ponerte en el lugar de otro. Porque te guia por lo que sintieron y vivieron esas personas mientras eran llevadas a los campos de concentración.

Otra característica del tejado es el eje que forman los tragaluces y que representan la línea que recorre toda la base del museo y representa la continuidad del camino.


El interior probablemente sea lo mas especial del museo. Lo que ha intentado el arquitecto es que hicieramos un recorrido por la vida que llevaron los judios, involucrándonos y poniéndonos en su lugar.

La mayor parte del recorrido es subterráneo hasta la llegada a unas escaleras que en un principio parecen vulgares, pero que al subirlas se convierten en interminables. Aunque su subida no pueda ni equipararse con la pesadumbre que tuvieron que pasar los prisioneros, nos intenta acercar a su punto de vista.

Estas escaleras desembocan en una torre, que aunque esta fuera del edificio central del museo solo se puede acceder por los pasillos subterráneos.

El interior del museo es un sitio lúbrego y oscuro. Con las paredes lisas, sin cuadros o murales, pintadas de negro y una única luz proveniente del exterior. En este espacio el autor de esta obra consiguió realmente lo que buscaba.


Una de las salas más impacantes, me pareció la de la memoria. Una sala vacía, cuyo suelo está lleno de caras de acero. Máscaras que nos enseñan que en los campos de concentración nadie tenía un nombre o una identidad, solo eran números.
La Torre del Holocausto es un ricón mas ocuro que el resto del museo, a donde se llega y se sale únicamente por una puerta. Esta torre es clave en el museo porque muestra una dureza increible, la sufrida en los campos de concentración.

 Yo personalmente me sentiría pequeña ahi dentro, ya que solo es un espacio negro y lo único que puedes ver a tu alrededor es gracias a un tragaluz colocado en una esquina....pero ¿y si viene una nube? pienso que esa nube que te tapa la luz sería igual que cualquier día en la vida de esos niños, hombre y mujeres que fueron capturados y maltratados injustamente.





Tras la salida de este infierno, llegaríamos (guiados por las luces del techo) al Jardín del Exilio que se sitúa en el exterior, aunque impide la salida a este ya que esta rodeado por un foso..
Esta especie de bosque me parece muy original ya que los árboles estan plantados en la superficie de unas columnas. Estas columnas estan sobre una base inclinada lo que hace más dificil  andar entre medias. Si queremos volver a entrar tendremos que hacerlo por el mismo sitio de la salida ya que no hay otra forma.
Finalmente me gustaría hablar de la curiosa fachada. Esta realizada en chapa metálica, pero con unas especie de brechas que la van partiendo.
Al principio pense que eran más muestras de dolor representativas de los judios, pero despues explicaron en el documental que era una forma de plasmar un plano sobre la pared, es decir eran calles.
Estos cortes realizados en el exterior permienten el paso de la luz del día al interior del museo de una foma muy original.

Para finalizar quiero resaltar que para mi punto de vista esque no es un edificio bonito, pero tampoco creo que lo tuviera que ser ya que lo que representa es muy duro.
Pienso que Daniel ha conseguido crear un museo interactivo con el visitante, sin mas elementos que su arquitectura, consiguiendo mostrarnos parte del dolor sufrido.

Este es un video donde habla de uno de los mayores campos de concentración, y que creo ayudara a comprender el espíritu que pretende crear este museo.